Wednesday, November 22, 2006


A estas alturas, al igual que yo, ustedes se habrán enterado, que había un cupo para una consejera y que hay una sola candidata y que por lo tanto ustedes pueden haber deducido o alguna persona les puede haber dicho que yo podría ganar sólo con un voto…Pues no es tan así…

Pues eso se llama discriminación positiva; según nuestra normativa mujeres y hombres guardan un equilibrio de cupos electorales dentro del Consejo de acuerdo al porcentaje de membresía por sexos. Dicho de otra manera las mujeres tenemos asegurado un cierto número de cupos de acuerdo al porcentaje de membresía femenina de la institución.

En otro tiempo esta costumbre del equilibrio femenino y masculino era asegurado por el reglamento también para el Grupo Scout, cuando le exigía al Consejo de Grupo nombrar como asistente de grupo a una persona de diferente sexo al del electo como Responsable de Grupo. Y tan arraigada quedó esa creencia que muy ilustres personajes siguen diciendo que es así, aunque el actual reglamento omite ese requisito.

Hace bastante tiempo ya, que vengo pregonando en contra de este resabio de discriminación afirmativa, las mujeres dentro del Movimiento no somos ni desvalidas, ni minoritarias, ni victimas de injusticias, ni débiles. Somos solamente mujeres.

Hablamos de coeducación, tenemos unidades integradas, coeducativas y mixtas pero aun seguimos manteniendo cuotas de participación. Bueno seamos coherentes: en el Consejo Nacional y en cualquier otro lugar tienen que estar las personas que tienen que estar, por sus habilidades, por su capacidad, no por su condición de hombre o mujer…

Y aunque estemos en un país descrito como culturalmente machista y en un Movimiento descrito históricamente como privilegiado para los hombres, yo creo en mi derecho a ser parte de esta institución por la persona que soy más que por el género al cual pertenezco.

En el Movimiento Scout, así como en otros ámbitos, podríamos empezar a vivir la complementariedad sin irnos a los extremos del machismo o del feminismo, respetando el equilibrio y las diferencias.

En otros ámbitos más allá del Consejo lo hemos logrado; las mujeres tienen ese lugar y participan activamente de la vida institucional por lo que son, y es evidente que si son un gran aporte en muchos lugares y ámbitos…

Que puede traer consecuencias, las puede traer… cada vez nos cuesta más convencer a mujeres para que postulen al Consejo Nacional… y la verdad no es sólo por su fama… pero podemos cambiar aquello… una muestra seria que no ganara sólo por un voto; no dejen de votar por mi por el sólo hecho de ser mujer o porque con tan sólo con un voto ya soy Consejera Nacional; voten por mi por lo que soy, por mis ideas, por mis capacidades, por mi amor a la institución, por mi postura, porque un día hice mi promesa y me comprometí a hacer cuanto de mí dependa...les aseguro que no perderan su voto.

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